LEONOR DE GUZMÁN. 1310 - 1351



     Nacida en 1310, Leonor de Guzmán era miembro de una familia noble emparentada con la realeza, hija de don Pedro Núñez de Guzmán y doña Beatriz Ponce de León. Vivió en una época en la que la península ibérica era compartida por los reinos cristianos de Portugal, Castilla, Navarra y Aragón y el reino nazarí de Granada.


    En el siglo XIV el matrimonio no pasaba de ser un acuerdo entre familias o, en el caso de la realeza, una alianza entre estados. En una sociedad profundamente machista como la medieval, lo habitual era que el hombre fuera bastante mayor que la mujer. La sociedad medieval aseguraba de esta manera la autoridad del hombre en la pareja y evitaba la “perversión” de las chicas antes de la boda.  En las clases altas, la mujer podía tener entre doce y quince años en el momento del enlace (los catorce años se consideraban la edad de la plenitud para ambos sexos, mientras que a partir de los veintiuno comenzaba la madurez). Así, no es extraño encontrar a Leonor ya viuda del caballero don Juan de Velasco con solo dieciocho años.

    Su educación sería la propia de una mujer de su condición que, además de dirigir el hogar, debía poder desenvolverse con soltura en sociedad. Habitualmente se les enseñaba a leer y escribir, cantar y tocar algún instrumento musical, jugar al ajedrez,  contar historias, coser, bordar y, con frecuencia, latín.


    Cuando Leonor conoce a Alfonso XI en Sevilla, hacia 1330, la ciudad, con unos quince mil habitantes, era una de las mayores del reino. Aunque sus habitantes debieron abandonarla al ser conquistada por Fernando III en 1248, en el siglo XIV todavía se conservaban, con escasas alteraciones, las calles y monumentos anteriores a la reconquista. Las mezquitas adaptadas para servir como iglesias; la catedral que hoy conocemos, aún por construir, aprovechaba el edificio de la gran mezquita de la ciudad.


    El rey, casado con su prima María de Portugal desde 1328 por razones de estado, no tiene aún descendencia. La soberana no cumple con la principal obligación de cualquier mujer del medievo, dar descendencia a su marido, lo que, unido a la ausencia de lazos afectivos, contribuye a su apartamiento.


    La relación de amor que mantendrán Alfonso y Leonor, unos meses mayor que él, se mantendrá hasta la muerte del monarca en 1350. Las crónicas de la época la mencionan abiertamente:


 "...Et en aquel tiempo era una dueña en Sevilla, que llamaba Doña Leonor, fija de Don Pedro Nuñez de Guzman: et como quiera que fuese viuda, era de pocos dias mas que el Rey,  et rica dueña, et muy fija-dalgo, et en fermosura era la mas apuesta mujer que avia en el reino: et desde otra vegada que la el Rey avia visto... siempre tovo el corazon puesto en ella..."


    Las uniones extra matrimoniales eran comunes y aceptadas entre la nobleza y los reyes. Sin embargo, en una sociedad que relegaba a la mujer a un segundo plano y discutía su inteligencia, el papel que jugó Leonor en la corte y su participación en la política del reino  hacen de esta una pareja singular. La confianza de Alfonso XI en su criterio e inteligencia la convirtieron en una reina “de hecho” cuya influencia queda patente en las fuentes de la época:


"el Rey fiaba mucho della, ca todas las cosas que se avian á facer en el regno, pasaban sabiendolo ella, et non de otra manera, por la fianza que el Rey ponia en ella".


    Con el tiempo, consiguió situar en puestos de poder a numerosos familiares y afines, al tiempo que incrementaba sus propiedades, que se localizaban, al norte, en torno a Valladolid y Palencia mientras que, en Andalucía, las más destacables eran Alcalá de Guadaira, Medina Sidonia, Huelva, Cabra y Lucena.


    En los veinte años que duró su relación con el rey, tuvo diez hijos, de los que ocho sobrevivieron a la infancia. Todos ellos fueron dotados de títulos y señoríos, lo que hacía patente la alegría del rey por su descendencia y público el reconocimiento a la mujer que amaba.


    Mientras tanto, María de Portugal, aunque ya madre del heredero legítimo, continuó relegada a un segundo plano y vivió generalmente alejada del círculo íntimo de Alfonso XI. El entorno de la reina, junto a parte de la nobleza y el clero contrarios a Leonor no podían, de momento, nada contra ella, que contaba con el respaldo total del monarca.


    A pesar de las presiones que tanto el papado, por entonces en Aviñón, como el rey de Portugal ejercieron para que Alfonso XI abandonara su relación con la favorita, la pareja se mantuvo unida hasta que la peste negra acabó con la vida del rey. A partir de este momento, los acontecimientos se precipitaron y tanto la reina María como su hijo Pedro, pronto aclamado como sucesor, actuaron con rapidez. Leonor fue encarcelada en el Alcázar de Sevilla, trasladada después a Carmona y, más tarde, llevada a Talavera de la Reina. Fue en este lugar donde, unos meses después de la muerte del compañero con quien había compartido su vida, Leonor de Guzmán fue ajusticiada. Era el año 1351.


    A pesar de todo, su hijo mayor, Enrique, terminó reinando tras luchar con su hermanastro Pedro I y vencerlo. De esta manera se convirtió en rey de Castilla, con el nombre de Enrique II, y fundador de la dinastía de los Trastámara. De ella proceden también las casas reales de los Austrias y Borbones, así como las casas nobiliarias de Alba, Medinaceli y Nájera. 

    No es de extrañar que una mujer como Leonor de Guzmán, que fue mucho más que una hembra prolífica, haya sido castigada por la historia. Desde que su sempiterno enemigo el infante Don Juan Manuel, permanente aspirante al trono, la calificara como “aquella mala mujer”, han sido muchos los que han visto en ella a la descendiente de Eva, instigadora del pecado que pervierte al hombre, a la seductora ambiciosa que “embruja” al monarca para alcanzar sus objetivos. ¿Hasta cuando mantendremos ese doble rasero que frente al hombre inteligente opone la mujer astuta, frente al hábil negociador, la maquinadora, ante la ambición legítima, la avaricia escandalosa, el hombre convincente frente a la mujer manipuladora?


Para ver aspectos relacionados con la genealogía de Leonor de Guzmán puedes consultar la completísima página de la Fundación Casa Ducal de Medinacelli.
 

Si quieres profundizar en el personaje de Leonor de Guzmán, descarga y lee alguno de los artículos que encontrarás al hacer clic en este enlace

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  • ACTUALIZADO EL 21 DE ABRIL DE 2019

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