El arco ha sido el arma más utilizada por ejércitos tan dispares como los musulmanes, los ingleses y los de los países nórdicos.
El arco compuesto, formado por dos piezas de madera reforzadas con cuero en la cara interna y tendón en la externa, es el más empleado en Oriente y el preferido entre los musulmanes de la Península Ibérica.
El arco simple es de una sola pieza y su longitud puede oscilar entre uno y dos metros (long bow inglés). Los modelos más habituales en la Península Ibérica tenían un corto alcance y una potencia insuficiente ante una armadura.
El arco largo inglés (long bow) fue el arco simple más efectivo. Originalmente de olmo, avellano o fresno, pasó a fabricarse más tarde de tejo (importado de España e Italia). Más grueso en la parte central, se adelgazaba en los extremos, que estaban rematados con cuerno.
El tamaño de estas armas (de la altura de un hombre), cuyas flechas podían alcanzar el metro de longitud, les confería gran potencia. Para evitar que la perdieran se llevaban desmontados colocando la cuerda cuando iban a ser usados.
El tamaño de estas armas (de la altura de un hombre), cuyas flechas podían alcanzar el metro de longitud, les confería gran potencia. Para evitar que la perdieran se llevaban desmontados colocando la cuerda cuando iban a ser usados.
Las puntas de las flechas eran muy variadas:
Las múltiples variantes con forma de punzón (en inglés, bodkin) estaban pensadas para perforar armaduras.
Las más anchas (en inglés broadhead), para hombres y caballos sin armadura. Entre las muchos tipos de puntas planas destacan por su llamativa forma las "barbadas" (en inglés, barbedhead) y de punta de golondrina (swallowtail).
En el vídeo vemos la forja de una punta de flecha de tipo "bodkin", pensada para taladrar placas metálicas.
El ástil o vástago, que debía ser un tanto flexible y muy recto, era de madera (solían hacerse a partir del duramen de troncos viejos). En el extremo opuesto a la punta llevaba unas plumas para estabilizar la flecha y el culatín, donde encajaba la cuerda.
Las múltiples variantes con forma de punzón (en inglés, bodkin) estaban pensadas para perforar armaduras.
Copyright © Board of Trustees of the Armouries
Las más anchas (en inglés broadhead), para hombres y caballos sin armadura. Entre las muchos tipos de puntas planas destacan por su llamativa forma las "barbadas" (en inglés, barbedhead) y de punta de golondrina (swallowtail).
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En el vídeo vemos la forja de una punta de flecha de tipo "bodkin", pensada para taladrar placas metálicas.
Copyright Richard Head Longbows
Su alcance era superior al de la ballesta y su cadencia de tiro mucho mayor. El principal inconveniente radicaba en el hecho de que su manejo exigía mucha fuerza y años de entrenamiento. En Inglaterra se fomentaba el uso del arco organizando competiciones y promulgando leyes que favorecieran su uso. En la miniatura de este códice del siglo XIV vemos a un grupo de arqueros ingleses tirando al blanco.
Durante el siglo XIV destacó la intervención de los arqueros ingleses en numerosas batallas.